Focaccia

Ingredientes:
400 g de harina todo uso
320 ml de agua tibia
1 cucharadita de levadura seca
Sal
Aceite de oliva virgen
*Además de los ingredientes que queramos ponerle encima, ¡todo vale!
 
Preparación:
En un recipiente de cristal de preferencia, activa la levadura con el agua, revuelve bien y añade media cucharada de aceite de oliva y una cucharadita de sal, mezcla bien y agrega la harina tamizándola con ayuda de un colador. Sigue mezclando hasta que no queden grumos. Una vez listo cubre el recipiente con papel film o una servilleta de tela y deja reposar por 30 minutos.
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Pasados los 30 minutos hay que plegar la masa sobre sí misma. Mójate la mano con un poco de agua y haz cuatro dobleces, luego da vuelta a la masa sobre el recipiente y déjala reposar por 20 minutos, repite el mismo proceso dos veces más y luego pasa la masa a otro recipiente cubierto con una ligera capa de aceite. Cubre con film o un paño de tela y déjala en refrigeración por un mínimo de 12 horas y un máximo de 48 para que el pan quede esponjoso. El día que decidas prepararla precalienta tu horno a 280° C y extiende la masa con ayuda de tus dedos en una charola para hornear previamente engrasada. Ten cuidado de no aplastarla mucho para no sacar el aire.

Finalmente, solo queda poner lo que más te guste, yo usé jitomate fresco, cebolla morada, jitomate deshidratado y calabacita, pero puedes poner lo que se te antoje, dale vuelo a tu imaginación. Para darle más sabor agrega sal al gusto, hierbas aromáticas como romero u orégano y una emulsión de aceite de oliva y ajo. Para hacerla pica finamente un diente de ajo, añade dos cucharadas de aceite y dos de agua, mezcla bien con ayuda de un tenedor y dejar reposar una hora mínimo, luego viértela sobre la focaccia ya preparada. Hornea a 250° C por 30 minutos aproximadamente o hasta que veas que está doradita por arriba y abajo. Deja enfriar un poco y corta en rectángulos.
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Sirve para acompañar una rica ensalada o para comerla sola, como gustes es deliciosa.